Estamos acostumbrados a oír hablar de los sibaritas en vinos y de cómo éstos pueden diferenciar los diferentes tipos de caldos gracias a mil y un matices: sabor, olor, textura… sin embargo, en el sector de las cervezas esto es, cómo no, también posible. Desde el blog de Reyvasur te contamos cómo diferenciar el sabor de una cerveza.

Hay personas a las que les encanta cualquier tipo de cervezas, sin distinción. Les da igual que sean cervezas negras, rubias… y son incapaces de encontrar diferencia alguna entre ellas más allá del color. Sin embargo, como ocurre con los vinos, el mundo de las cervezas es igual de complejo y hay una gran cantidad de matices que las diferencian.  La Asociación de Cerveceros de España, de hecho, ha realizado su propia clasificación explicando cuál es la diferencia de las cervezas que podemos encontrar en cualquier bar o restaurante al que acudamos.

Para los amantes de las cervezas más suaves, sin duda encontrarán en las cervezas de baja fermentación las idóneas para su paladar. Es fácil diferenciar el sabor de una cerveza en este sentido, el sabor es suave y va en consonancia con el propio color de este líquido. Son conocidas como las cervezas lager, que se fermentan a temperaturas bajas, de entre 0º a 4º grados. Lo notarás en tu vaso o en tu jarra porque son espumosas y de color ambar, aunque las hay un poco más negras. Se denominan lager porque esta palabra procede del término alemán “almacén” que es donde se guardaban antiguamente las cervezas.

Existen muchas cervezas de clasificación lager y todo dependerá de la procedencia de cada una de ellas. Por ejemplo, la cerveza Pilsen es clara, ligera y refrescante, una de las más consumidas en España. Luego está la Munich, de color más oscuro y sabor a malta, o la Viena, más bien dulce y de color rojizo. También las hay ahumadas, de centeno, negras…

¿Qué ocurre si te encuentras una cerveza mucho más aromática? Aquí es fácil diferenciar el sabor de una cerveza. Estarías delante de una cerveza de alta fermentación. Y es que éstas, se fermentan a temperaturas superiores a las anteriores, incluso hasta 24º. Tienen mucho cuerpo y un sabor muy marcado. Hay subcategorías: Ale, Stout y Porter. ¡Ojo! si no eres muy cervecer@, este tipo de sabor de cerveza no te acabará de convencer.

Su origen, cómo no, también tiene mucho que ver. Las cervezas trapenses están elaboradas en famosos monasterios cerveceros como Rochefort, Westmalle, Westvleteren, Saint Sixtu, Chimay, Orval y  Schaapskooi. También la famosa cerveza abadía, la Kölsch de Colonia o la más popular, la Altbier de Düsseldorf. También puedes encontrarlas si son más o menos amargas. Cervezas de alta fermentación pero muy poco o nada amargas como Mild Ale y Bitter Ale u otras como Pale Ale y Old Ale, para los más valientes.

Y por último, existen las cervezas de fermentación “espontánea”, fabricadas mediante cepas salvajes de levadura como Lambic, Gueuze y Faro.  ¡Tú eliges!